El mundo de hoy es un lugar con retos constantes que ponen a prueba la madera de la que estamos hechos, la sociedad se ha convertido en un campo de juego – o batalla – donde debemos desplegar al máximo nuestras habilidades y competir en todo momento, es una sociedad en la que debemos sacar lo mejor de nosotros para vivir nuestros sueños y no perdernos en el mar de la crisis, preocupaciones y distracciones.

Decimos que las personas no hacemos lo que queremos, sino lo que podemos?. Esto tiene mucho que ver con las realidades que conforman nuestro comportamiento, ósea nuestra inteligencia: esta abarca conocimientos, habilidades y capacidades, nuestros deseos o motivaciones y fundamentalmente nuestra voluntad, es decir la libertad de elegir nuestras acciones. Pero estas quedan condicionadas a nuestras viejas costumbres, hábitos… Por eso creemos que lo más oportuno hacer cambios en nuestras vidas para acercarnos a la salud en todos sus aspectos.

La calidad de vida es un sueño de cualquier persona, un sueño alcanzable, pues está en nuestras manos

Ser capaces de tomar control de nuestra alimentación y elegir eliminar los villanos que nos perjudican y nos enferman día a día, aunque ello represente enfrentarse a creencias arraigadas. Por ejemplo: azúcar refinada, leche industrializada, sal refinada, harina refinada y arroz refinado, que al reducir su consumo y aumentar el consumo de alimentos ricos en agua, como fruta y verduras, evidentemente experimentarás una mejoría notable.

Aumentar el consumo de agua es una de las mejores decisiones que podrías tomar, pues sus beneficios están muy demostrados en la literatura científica, al mismo tiempo de que aumentarás tu higiene del sueño – fundamental para nuestra restauración neurológica y podrás descansar más y mejor, influenciando directamente en nuestra calidad de vida. En ocasiones no se trata de dormir más, sino mejor.

Por supuesto, incorporar el ejercicio físico en nuestro plan diario hacia una mejor salud y calidad de vida hará que, paso a paso, podamos sentirnos cada vez más cerca de nuestra meta, ya que la evidencia científica no deja duda de los beneficios de su práctica sobre diferentes sistemas, incluso en situaciones con requerimientos específicos como en algunas patologías.

De esta manera, precisamos comprender que el cuerpo es el templo del alma, ya que es algo concreto y palpable. Por ello, sus vivencias y sus potencialidades físicas proporcionan un crecimiento global y cualitativo. No obstante, no cualquier ejercicio físico aporta estos beneficios, sino solamente aquellos que son realizados de forma “consciente”.

Así que a no Preocuparnos de las situaciones y OCUPARNOS de ellas para mejorar nuestra calidad de vida 🙂

– Myriam González